Aceite de oliva
El aceite de oliva es un aceite vegetal de uso principalmente culinario. Se obtiene del fruto del olivo, denominado oliva o aceituna. Casi la tercera parte de la pulpa de la aceituna es aceite. Por esta razón, desde la Antigüedad se ha extraído fácilmente con una simple presión ejercida por un molino.
El olivo ofrece aceite de oliva y frutos amargos, que se hacen comestibles por curado y fermentación.
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Pescados y mariscos
La cercanía costera hace que el consumo de pescados y mariscos sea amplio, a menudo el mismo tipo de pescado se consume en diferentes países. Aparecen formas comunes de cocinado del pescado, como por ejemplo las parrilladas al aire libre.
Dentro del grupo que se conoce como "pescados y mariscos" entra todo animal que vive en el agua, siempre y cuando éste sea comestible. De esta manera, actualmente incluimos en este grupo alimenticio a los moluscos, siendo los más populares las ostras, los mejillones, las almejas y los callos.
Luego, tenemos a los crustáceos cuyos ejemplares mas representativos son las langosta y los camarones, finalmente están los cefalópodos: los calamares y el pulpo.
Después, el grupo mas grande se conforma por los pescados, que a su vez se divide en las variedades de carne magra (lenguado, bacalao, etc.) los de carne semigrasa (sardina, bonito) y los considerados grasos como el salmón, el atún, la angula y el arenque.
Verduras
Uno de los elementos más empleados en la gastronomía mediterránea es la verdura, junto con el arroz protagonista de paellas y risottos, por ejemplo. Hay uso intensivo de las legumbres, que aparecen incluso en las ensaladas, pero no se emplean en potajes.
En el terreno de las verduras se puede decir que hay mucha variedad de platos que suelen participar como principales en las comidas: sopa de verduras como gazpacho y vichyssoise, son ejemplos claros de este uso intensivo.
Coles, brócoli, coliflor o nabos son las verduras protagonistas en la comida Mediterránea en invierno. Ideales para prepararlas al vapor, hervidas o elaborar reconfortantes caldos.
Frutas
Existe gran variedad de frutas, pero el clima es propicio en estos países a los frutos cítricos: limones, naranja, mandarina, entre otras.
Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los mas adecuados. Es importante aprovechas los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor. Y dentro de la elección, la alimentación ecológica, gana cada vez mas adeptos y una de las principales razones de optar por este tipo de alimentos es por su calidad y sabor.
Carnes
Abunda el uso de carne de cordero y de cerdo, en el caso del primero cocinado y el segundo en embutidos tales como el salami o el jamón. La carne de ternera es poco habitual. Se emplea poca carne de caza mayor y sin embargo algo más de carne de caza de menor: conejo, liebre, perdiz, etc. En el terreno de las carnes de aves se suele preparar mejor aquellas que son de corral.
Especias y condimentos
Es muy frecuente ver especias en los platos mediterráneos, en particular en la cocina italiana y marroquí, se pueden ver muchos platos en los que se usan romero, tomillo, orégano, albahaca, pimienta, hierbabuena. Hay un gusto común por el vinagre, empleando no sólo como aliño de ensalada sino que llega a condimentar algunos platos de pescado y algunos productos en escabeche.
Harina
La harina tiene muchos usos en la gastronomía mediterránea : podría decirse que uno de ellos es el pan (alimento) que suele ser en la mayoría de los países pan blanco. Pero el otro uso que aparece de la harina son las pastas que hacen famosa a la cocina italiana y que tiene puntos en común con otros países mediterráneos.
El pan proporciona hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y fibra (en especial la variedad del pan integral). Es un alimento sin apenas grasas y su fama en el control de peso relacionado con la obesidad no está justificada.
El pan, sobretodo el integral, tiene un gran efecto saciante por su alto contenido en fibra. Es un alimento económico de fácil digestión.
Los expertos recomiendan consumir entre 220 y 250 gramos de pan al día repartidos en las distintas comidas. Se recomienda su consumo en la infancia y adolescencia.
En el mercado existe una gran variedad de texturas y sabores para satisfacer a todos los gustos e incluso adaptadas a ciertas patologías como celíacos o hipertensos.
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